En Silencio
Conversan en la mente polifónicas voces
Dueñas de sentimientos puros y maltrechos.
Las vidas trágicas y pensamientos precoces
Clarifican la realidad de estos horribles hechos.
Mas no logran expulsar los diablos
Que demonizan dulcemente el sentir…
Por esto, ya no habla,
Y en silencio ha de morir.
Ah desgraciado, malvado, solo,
Resta en mí los pecados que el Cristo
Borró en el ayer estrellado del todo;
El silencio desvanece, y en el ser, ya no existo.
Introspecciones
Cuando me dijo la conciencia,
Allá en los lugares turbios
Que nos despintan y nos deshacen,
“Que la mirada del que amaba en paciencia
Estaba en espera de mi ser”,
Pensé, eso que piensa aquel que en desdén
Tiene hundido en el existencialismo de creer,
Sus introspecciones más profundas de crecer.
Las sombras y los colores que pintan el Oriente
Y despintan el Occidente
Fabrican los sueños coloridos de la mente
Y difuminan la gris pesadilla latente
Que entrecasa el consciente.
Y en la noche que encuentro
Que deja de existir lo coloro,
En mis introspecciones entro
Y en sentimientos me enamoro.
En el mundo quedó atrapado;
Ya no hay Cristo que lo salve.
Se ha quedado meditando, pensando, esperando
En el fin de estas introspecciones.
Ideales Póstumos
Hmmm… El sonido del pensador cuando
piensa en ideales de oro, vacíos.
Mhm… La afirmación del inculto cuando
insta en argumentos vacíos, estrafalarios.
Paciencia, amor, fe, honor, alegría, valentía:
Son los ideales del Maestro Del Día.
Desesperación, molestia, frustración, tristeza:
Abandonamos al Maestro con total certeza.
Hmmm… ¿qué harán ahora los pensadores y
sus pensamientos sin el Maestro? Vacíos…
Mhm… ¿estarán afirmando los incultos en
sus instancias sin el Maestro? Estrafalarios…
Valorando la Amistad
Hallábase los filósofos recordando los buenos tiempos junto al Maestro. Entretanto, habló el mayor de ellos dicha proclama:
“Os juro hermanos poetas
Que, al jugar a rehacer el mundo,
Estaban nuestras almas completas.
¿Cuál era el sentimiento profundo
Que nos movía a darnos las manos,
Rompiendo con los esquemas mundanos,
Sintiendo un nuevo sentir?
En eso contestó el menor:
“La respuesta te he de compartir,
Querido hermano, que no era el temor,
Si no un sentimiento valorado
Que brillaba en toda majestad.
Te digo, como hombre honrado,
Que se llamaba amistad.”
Ambos satisfechos, prosiguieron a cambiar el mundo…
Los ojos de T.
Un hombre viendo el suelo
Preguntó la razón
De no encontrar el tesoro
Que tanto él anheló.
En vano gritó al cielo,
Rogándole a la legión,
Que, del mundo, todo el oro
Diese por hallar lo que perdió.
Rendido de clamar al edén,
Bajó la vista y te miró.
Y con gran alegría se marchó
Pues el tesoro que buscaba, en ti lo encontró.
Imago Dei
De miradas en pinturas frescas, airosas,
Instan momentos plácidos y lujuriosas
Observaciones intentan en descifrar
Solo palabras etéreas en el pintar.
Elocuentes imágenes de Cristos y Crismones
Se hacen sutiles dueños de nuestros corazones.
Anestesiados por el estupor del mago,
Menesteres de todos los creyentes,
Ostentar por recordar al Maestro,
Rompiendo con todas las formas existentes.
Balada de los corazones
En una danza de Campos
Entran dos corazones a bailar.
Ambos haciéndose cantos,
Se abrazan y comienzan a llorar.
En una balada de corazones
Se encuentran dos almas cansadas.
Diéronse las manos y sin razones,
Crecieron en sus dulces miradas.
En un vals de infinitos
Danzan dos seres de amistad.
Sonriéronse en rostros bonitos,
Los aplausos finales de felicidad.
Regalo de Dios
No existen palabras para
Explicar las emociones cargadas
Que la poesía desampara
En sus odas a duendes y hadas.
Somos soldados en las sombras,
Que andamos en búsqueda de sentidos
Inefables en horizontes de alondras.
Sin palabras fijas, anduvimos perdidos.
Y en nuestra perdición encontramos
Que los sentidos y emociones
Que nos enmudecen los corazones,
Estaban presentes en las personas que amamos.
En Espera
Tanto que el Cristo, ayer enterrado,
Dejó desgarradas las estructuras
De magnos palacios encerrados,
Cambiaron de cara las figuras
Que amedrentaban las poblaciones.
Nuevos armagedones nos esperan,
Velando que nos durmamos,
Dejando a los que se enteran
De los caminos que nunca andamos.
Padres de nuestras emociones.
Así, nuestra lucha nunca cesa,
Sospechando los escondites de entes
Que nos aterran con certeza.
Cambiamos el mundo y sus gentes
Poniendo en la vanguardia nuestras oraciones.
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