Para muchos expertos el mejor pelotero de todos los tiempos fue Roberto Clemente que nació en un barrio humilde de Carolina hace 84 años. Desde niño Roberto se interesó en los deportes jugando béisbol, y participando de diferentes eventos de pista y campo. Gracias a la ayuda de líderes recreativos en el área pudo sobresalir llegando a atraer la atención de diferentes escuchas del béisbol organizado. Al ver jugar al ya joven Clemente pudieron reconocer que estaban ante un jugador que poseía las cinco herramientas. Los escuchas profesionales describen las cinco herramientas como batear con potencia, batear con contacto, tirar con fuerza desde los jardines, cubrir grandes cantidades de espacio para atrapar la bola y tener velocidad en las bases… ese era Roberto Clemente. Decidió firmar como profesional con los Cangrejeros de Santurce en la liga de beisbol invernal de Puerto Rico. Allí tuvo la oportunidad de aprender de la mano de grandes estrellas como Willie Mays, Rubén Gómez y Roy Campanela brillando con luz propia. Por su desempeño con los Cangrejeros fue firmado por los Brooklyn Dodgers por un bono de diez mil dólares. Sin embargo, fue adquirido por los Piratas de Pittsburg por cuatro mil dólares que resultó ser la mejor adquisición de los Piratas en su historia. Roberto tomó un equipo mediocre de Pittsburg y rápido lo convirtió en una potencia en el mundo de las grandes ligas. En el “off season” los Piratas se dedicaron a conseguir el mejor talento posible para ayudar a Roberto. Consiguieron a Bill Mazeroski como segunda base, Richard "Dick" Groat un jugador que jugó baloncesto en la NBA y pelota en MLB al mismo tiempo, era un short stop; y Vern Law un gran lanzador. Pittsburg ganó 2 series mundiales en los años 1960 y 1961.
En su carácter personal Roberto ganó el MVP de la liga nacional en el año 1966. En el año 1961 es nombrado MVP de la serie mundial. Fue seleccionado para participar en los juegos de estrellas 1960 al 1972 (solamente en el año 1968 no estuvo en el juego de estrella por lesiones). Ganó Guante de Oro como mejor jugador defensivo de su posición (right field) entre 1961 al 1962; uno de los pocos jugadores en el deporte de béisbol en batear 3,000 imparables y en el 1963 fue elegido unánimemente al prestigioso Salón de la Fama en Cooperstown, New York.
Clemente logró todo esto con suma dificultad por los prejuicios que existían en los Estados Unidos en contra de los Latinos y la raza negra. Se sabe que Roberto no podía hospedarse en lo mismos hoteles que sus compañeros de equipo. Roberto tampoco podía comer en los mismos restaurantes donde lo hacían jugadores como los del equipo de Pittsburg. Aun así Roberto perseveró para convertirse en un ejemplo para todos de lo que es luchar para alcanzar una meta y abrir caminos para otros. Hoy en día el béisbol de grandes ligas está dominado por estrellas latinas que miran a Clemente como la figura que sentó las bases para ese éxito.
El 23 de diciembre 1972 la ciudad de Managua capital de Nicaragua sufrió un devastador terremoto y al enterarse de esto Roberto, quien había visitado ese país recientemente organizó un recogido de comestibles para llevarlo personalmente. Por desgracia el avión que llevaba a Clemente con la carga se estrelló falleciendo Roberto y sus tripulantes. Roberto murió ayudando al prójimo, demostrando su gran calidad humana. Seguidores de Clemente ahora buscamos que el béisbol de Grandes Ligas le rinda tributo a este gran hombre retirando el número 21 de todos los equipos del béisbol organizado.
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