El nuevo programa de clases ha presentado una nueva forma de asistir a las mismas de una manera que no habíamos imaginado anteriormente. Sin embargo, esto no quita que sea totalmente perfecto. Un tropiezo que hemos encontrado en el programa son los cuatro minutos entre clases y el período de la merienda. Este año, el programa une el período de la merienda al final del segundo período, lo que ha causado que varios profesores se confundan y piensen que estos cinco minutos de merienda pertenezcan a su clase. Esto resulta en que varios estudiantes no tengan una merienda en el día y, algunos otros, puedan estar desde la mañana hasta el almuerzo sin alimentarse. Al no comenzar presencialmente, como estaba previsto, estos aspectos de la vida estudiantil se hicieron confusos por estar esos minutos como parte del segundo periodo. La merienda debería tener su propio espacio en el programa para así evitar confusiones y que el profesorado honre el espacio, para ellos también, a reposar y merendar en la mañana.
Otro traspié en el programa son los cuatro minutos que separan cada clase. Tradicionalmente, estos cuatro minutos son utilizados para trasladarnos de salón e ir a nuestra siguiente clase. Sin embargo, con la modalidad "a distancia", estos cuatro minutos se utilizan para conectarnos a las diferentes clases, con sus respectivos links. Al experimentar el programa por varias semanas, hemos visto que estos cuatro minutos no son suficientes para que los estudiantes al momento de salir de una clase entren al portal para buscar el link de la siguiente. Sin mencionar, que, al igual que en la modalidad presencial, hay profesores que toman más del tiempo de su clase, ocupando a veces los cuatro minutos de cambio de clase. Esto entonces resulta en tardanzas a clases.
Es por esto, que el recreo debería ser un espacio más largo y respetado por todos los maestros para tomar un momento de reposo rápido para recargarnos de energía y los cuatro minutos entre clases, al igual que el recreo, son minutos valiosos para asistir a tiempo a los diferentes períodos. Por lo tanto, los minutos entre clases y el recreo deberían ser más duraderos y honrados por todos.
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