A través de los años el mundo del deporte ha estado envuelto en una gran controversia relacionado con la remuneración de los atletas. Esta controversia ha dado lugar a innumerables debates y situaciones que han capturado la imaginación de deportistas que no dejan de opinar al respecto.
Es un atleta aficionado o es un atleta un profesional, esa es la gran pregunta. Compite por trofeos o medallas, o compite por una remuneración económica. Esa era la gran distinción y las organizaciones deportivas celosamente fiscalizaban que aficionados y profesionales nunca se juntaran cada cual teniendo sus propias competencias.
La estricta fiscalización de los organismos deportivos dio lugar a grandes injusticias. Un ejemplo clásico es el caso de uno de los atletas más versátiles de todos los tiempos, el indio americano Jim Thorpe (1887-1953). Thorpe ganó medallas olímpicas en el pentalón y decatlón; además de jugar futbol americano, pelota y baloncesto a nivel universitario y profesional. Por desgracia Thorpe fue despojado de todos sus títulos olímpicos al descubrirse que había cobrado por jugar en dos temporadas de béisbol de ligas menores antes de competir en las Olimpiadas.
El “Dream Team” de baloncesto norte americano cambió todo esto. La participación de Michael Jordan, Magic Johnson, Patrick Ewing, Scottie Pippen, Larry Bird, Charles Barkley y otros rompió la barrera de participación de profesionales en las Olimpiadas de Barcelona en 1982. La búsqueda del dinero televisivo y de auspiciadores a nivel mundial motivó que los organismos del deporte buscaran que cada competencia incluyera los mejores exponentes no importa su clasificación deportiva-económica.
El pasado 1ro de julio del 2021 la organización que dirige el deporte colegial en Estados Unidos (NCAA) en un acto histórico autorizó a los atletas universitarios a mercadear su nombre, su imagen y su semejanza con la expectativa de recibir una remuneración económica. Esto significa que estos atletas no solo reciben sus becas por el deporte sino también actúan como profesionales al mercadear bienes y servicios. Todo cambió, muchos años después Jim Thorpe quedó reivindicado.
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