“Me despido de la vida terrenal con la satisfacción de haber vivido plenamente y dado lo mejor de mí.
A mi familia, amistades, alumnos y compañeros de trabajo, intenté darles el mejor ejemplo de perseverancia, empatía y entrega a los demás.
La lucha fue dura: 23 años con sus alzas y bajas, pero siempre con la fe y la esperanza de que ganaba la batalla. Ya Dios ha dispuesto otro final - ya no hay ataduras, ni sufrimientos … en el gozo de la Vida Eterna.
Mi familia, mis hijos y mis nietos es el legado que me sostendrá en la distancia. AMEN. Siempre con un corazón agradecido.
Y la vida les sonreirá. Hoy, no hay lugar para estar triste. Recuérdenme como siempre fui: una persona alegre, amante de la aventura, entusiasta de la vida.
¡¡Misión cumplida!!”
12 de abril de 2024
(Leída en su Misa de Resurrección el 22 de abril de 2024.)
Pueden ver la misa y las palabras finales de sus amigos en:
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