¿Cuándo te miras en el espejo, qué ves? ¿Ves a un pez, a un objeto? ¿O a una persona? Una persona capaz de hacer lo que cualquier otra persona pueda hacer. Todos somos capaces de trabajar, de ayudar, de sentir emociones; todos somos humanos. Tristemente, no todos ven a otros como personas y no hay un mejor ejemplo de este discrimen que el racismo. El racismo se define como una forma de discriminación basada en la raza o etnia de las personas. Es también la creencia de que algunos grupos son superiores o inferiores a otros basado en su origen étnico. De igual forma, el racismo es la aplicación de actitudes, acciones y políticas que perpetúan estas creencias.
El racismo no es un concepto nuevo. Por siglos ha estado perjudicando a minorías de todo tipo. Durante mucho tiempo estas minorías y el abuso que reciben han sido ignoradas. Alguien quien sí tuvo la valentía de pelear contra el discrimen, específicamente el racismo en contra de la raza negra fue Martín Luther King Jr. El 15 de enero se celebra su valentía y liderazgo. Martín Luther King fue un pacifista, no creía en la violencia para lograr su meta. Dirigió el Movimiento de Derechos Civiles en los 60s y ganó varios premios. Martin Luther King veía a la ignorancia como uno de los peores rasgos de la sociedad, siempre hay que luchar por lo que es correcto. Esta mentalidad tuvo un precio y el 4 de abril de 1968 fue asesinado. “Our lives begin to end the day we become silent about things that matter.”- Martín Luther Kings Jr.
Hoy en día la lucha contra el racismo continúa. Aunque hemos logrado muchos avances como sociedad, aún estamos lejos de conseguir la igualdad total. Martín Luther King alcanzó un paso grande para acercarnos a la igualdad. Él cambió a los Estados Unidos con su liderazgo, y aunque su vida le fue robada, su mensaje y esfuerzo siguen vivos. Ignaciano, nunca dejes que el miedo a defender lo correcto te controle, así es como florece la ignorancia.
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