8 DE FEBRERO
“Hay muchas cosas que no sabes sobre mí”. Así comenzaba la correspondencia anónima que recibí esta tarde. Era una carta, escrita a mano, que tenía cierto aire de familiaridad. Con solo leer esa primera oración, me deshice de ella. Tengo terror de volver a mirarla. La curiosidad me da varios codazos, pero el miedo me tiene esposado.
Hoy en la noche, salí a comer con unas amistades, y a nadie le podía decir que tenía aquella oración grabada en el cerebro. Se burlaba de mí. Me hacía muecas y me impedía disfrutar de la comida y la compañía. Incluso me veían tan distraído, a cada rato me preguntaba… ¿Me encuentro bien? Quería gritar desde lo profundo de mis pulmones, pero la conciencia me paraba en seco. A esta le gusta intervenir a cada instante. Ella me susurra ideas sin cesar. Me acosté a dormir con un desconcierto en la cabeza… al rato me atacó el profundo sueño.
Desperté antes de que sonara la alarma y me percaté que había algo extraño… La había dejado encima de la mesita de noche, pero de alguna manera, desapareció. Le eché un vistazo al teléfono para ver la hora, vi la fecha, me congelé, me arremetió el miedo…absorto quedé.
7 DE FEBRERO
Inerte, me quedé un rato mirando la pantalla. Juraba que me había vuelto loco. Me embistió la idea de aquella maldita carta. En vano revisé cada rincón y grieta de mi apartamento.... Caí de rodillas al recordar aquel extraño sueño...
Ese espejismo donde la mente divaga, esa vocecita fastidiosa que una vez decidió escribirme una carta.
Comments