Foto por: Ezequiel Soto Montañez
El pasado martes, 24 de septiembre el Colegio San Ignacio reconoció los logros de sus estudiantes durante el año escolar 2023-2024 mediante un certificado firmado por la principal, la Dra. María Isabel Domenech.
¿Qué pasó?
Los estudiantes de 8vo a cuarto año se reunieron en el auditorio a las 8:30am.
La principal comenzó la ceremonia y luego de unas breves palabras, dejó a cargo de la invocación al presidente del Consejo de Estudiantes, David McKenzie Gaetan (CSI 2025).
El estudiante Víctor Quiñones Rivera (CSI 2025) presentó al orador invitado, el Padre José Dueño Gorbea SJ
La principal y el presidente del colegio, Padre Timothy Howe SJ entregaron los reconocimientos.
Al final, lo estudiantes cantaron orgullosamente el himno del Colegio: "!!!Triunfal adelante!!!"
Discurso del orador:
Foto por: Joanne Díaz
Antes que todo, yo quisiera felicitarlos a ustedes, estudiantes, por estos honores académicos que reciben hoy. Estos honores simbolizan cierta excelencia académica y son el fruto de mucho esfuerzo, quizá hasta de muchas noches de vigilia. Por tomar sus estudios en serio, y por querer dar lo mejor de ustedes, por eso los felicito.
Sin embargo, mi mensaje principal para ustedes hoy es muy sencillo: no dejen que estos honores los distraigan (bis). Los honores académicos (y de cualquier tipo) se convierten en distracciones cuando nos llevan a olvidar lo que debería ser nuestra verdadera motivación: honrar a Dios y al prójimo.
El evangelio del domingo pasado (Marcos 9:30-37) ilustra esto que digo. En este evangelio, después de anunciarles su crucifixión, Jesús le pregunta a sus discípulos de qué hablaban ellos en el camino. Ellos no respondieron «pues por el camino habían discutido quién era el más importante». A esto, Jesús les contestó: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Dicho de otro modo, mientras Jesús les hablaba de la cruz, ellos se preocupaban de ser el más importante; y a esto Jesús les dice que el último y servidor de todos será el primero.
Los discípulos estaban distraídos, pendientes de ser el más importante. Y así nos pueden distraer también los honores. En el fondo, el honor es una forma de reconocimiento. En sí mismo, no hay nada malo con eso. Sin embargo, cuando el honor me lleva a creerme importante, a creerme valioso sólo porque otros me lo dicen y a buscar constantemente la aprobación de los demás, en esos casos el honor se torna en una distracción.
Al hablarles de la Cruz, Cristo realmente les presenta a sus discípulos el camino de la liberación pues les enseña que hay otra forma de vivir, libre de la constante búsqueda de aceptación, de honores y reconocimientos. Existe el camino de la caridad. Existe el camino del servicio, de la atención y entrega a los demás.
Que estos honores no los distraigan. El propósito de estos honores académicos no es que hacerlos creerse superiores a los demás. El verdadero propósito es, en primer lugar, sí reconocer sus talentos y, en segundo lugar, exhortarlos a que compartan esos talentos, a que los pongan al servicio de algo más grande que ustedes mismos, que los pongan al servicio de Dios y de su Reino.
Para nosotros, como cristianos, el honor no es un fin en sí mismo, sino un medio para un fin mayor. Buscar el honor como fin en sí mismo, es vivir adicto al reconocimiento. Recuerden aquellas palabras de Cristo: «¿de qué me sirve ganar el mundo si pierdo la vida en el proceso?» En cambio, visto como un medio, el honor nos motiva a dar lo mejor nosotros mismos, no para nuestra vanagloria sino para un fin mayor: Dios y el prójimo.
Yo he tenido el privilegio de ser el maestro de muchos de ustedes y reconozco lo talentosos que son. Compartan esos talentos. A fin de cuentas, el mejor honor no es tanto el que uno recibe, sino el que uno da. Honren a Dios. Honren a sus padres y a sus madres. Honren a su país. Honren a su prójimo. Hónrenlos poniendo al servicio de ellos todos aquellos talentos que le han valido a ustedes los honores que reciben hoy. Hacer eso, con integridad, sería la mejor manera para ustedes de honrar esta institución que los honra a ustedes en esta mañana.
Los felicito nuevamente a todos ustedes y que Dios los bendiga.
Felicitaciones:
El periódico El Ignaciano felicita a todos los estudiantes por su dedicación y compromiso y les desea mucho éxito. ¡¡Arriba Leones!!
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