Luego de casi tres años trabajando en la fundación y dirección del periódico estudiantil El Ignaciano como colaborador y Editor en Jefe, hoy finalmente podemos anunciar el fin de una era en nuestra organización estudiantil.
Bajo la frase “bienvenidos a la nueva voz del Colegio San Ignacio”, hace tres años les di la bienvenida a este proyecto que surgió de la necesidad de los estudiantes de tener un rotativo que fuera estudiantil y de relevancia. Mi meta como Editor iba más allá de corregir artículos y establecer fechas de entrega. Se trataba de ofrecerle a los estudiantes un espacio de confianza en donde pudieran compartir, criticar y desarrollarse como periodistas y lÍderes estudiantiles. Irónicamente, es por esa relación de confianza que establecimos en el club que tuve el privilegio de ser llamado “dictador” del periódico, pues nuestra filosofía de trabajo giraba a través de mi posición como Editor (¡y definitivamente fui el dictador más democrático en la historia del mundo!).
En estos tres años, demostramos que ser parte del periódico estudiantil va mucho más allá de ser los reporteros de nuestra institución; nosotros tenemos la responsabilidad de promover cambios para el beneficio de la comunidad. Algunas de estas novedades se centran en el diseño de Creando Conciencia Política, una edición especial adaptada a las elecciones del 2020, la campaña de impacto estudiantil “¿Quién mató a Luis?”, la cual se celebró justamente el día antes del lockdown nacional y la campaña “Yo sigo los protocolos, no lo dañes”. Igualmente fuimos pioneros en el Colegio con la creación de nuestra propia página web y la producción de tres podcasts, de los cuales dos son producidos completamente por estudiantes de séptimo grado.
Asimismo, hemos reconocido la importancia de capacitarnos y de conocer el periodismo más allá de nuestro campus. Es por eso por lo que nos hemos unidos a la celebración del Student Press Freedom Day, un día nacional en donde se reconocen las contribuciones y los retos que enfrentan los estudiantes periodistas. De hecho, bajo estos esfuerzos hemos tenido conversatorios con los periodistas Benjamín Torres Gotay, Luis Ferré Sadurní (en colaboración con el Consejo de Estudiantes) y un grupo de estudiantes periodistas de las escuelas St. Louis University High y St. Joseph’s Preparatory School.
Aun cuando estos últimos años han sido exitosos para el periódico, no debe quedar duda de que hemos enfrentado numerosos retos que pudieron haber frenado nuestros planes a futuro. Esta es la parte que solo conocemos la moderadora, yo y próximamente los nuevos editores. A ellos y a todos los estudiantes líderes que se quedarán defendiendo el orgullo ignaciano por los próximos años les exhorto a ser hombres de fuertes convicciones, capaces de desafiar las normas injustas, a creer en el verdadero espíritu jesuita y sobre todas las cosas, valorar cada una de las oportunidades que se ofrecen en San Ignacio.
No puedo concluir esta última editorial sin agradecerle a mi moderadora, Cristina Flores, por soportar cada una de mis locas ideas, editoriales controversiales y llamadas mientras veía la novela de las seis. Sin duda alguna, Gabriel, Víctor y yo tomamos la mejor decisión cuando te pedimos ser la moderadora del Club de Periodismo. No tan solo te has encargado de velar por mi trabajo en el periódico, sino que me has ayudado en mi travesía a Fairfield. A tu mamá, ¡gracias por prestarme a Cristina por los pasados años!
Por último, quiero agradecerle a cada uno de los colaboradores estudiantiles, de facultad y administración por su ayuda en este proyecto estudiantil que ahora pasa a una nueva etapa. Gracias al apoyo de ustedes y al trabajo de los estudiantes logramos publicar trece ediciones impresas y sobre 200 artículos escritos y publicados a través de nuestras plataformas. Me despido con la siguiente frase de San Ignacio:
“Go Forth and Set the World on Fire”
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