La Comisión para la Prevención del Suicidio reconoce el acto violento dirigido a terminar con la propia vida como un problema social y de salud pública. El rol principal de la Comisión es concientizar, sensibilizar y capacitar a la sociedad respecto al tema del suicidio y cómo prevenirlo. El suicidio es una acción que puede afectar a todos sin importar raza, género, edad o estatus socioeconómico. En Puerto Rico ocurren alrededor de 295 muertes por suicidios al año y reconociendo que este problema afecta a muchos individuos y familias el Colegio San Ignacio se une a la celebración del Mes de la Prevención del Suicidio.
Este año la campaña llamada Cuidarnos para vivir va dirigida a reconocer la importancia del amor propio y la responsabilidad tanto individual como colectiva para prevenir el suicidio. Para cuidar de nosotros mismos debemos proteger y velar por el cuidado de nuestra salud mental y se nos invita a incluir en nuestra rutina diaria el ejercicio físico y la buena alimentación. Además, nos alientan a fomentar relaciones positivas con las personas que nos rodean y a realizar conexiones con personas que tienen nuestros mismos intereses. También nos piden que si identificamos situaciones de riesgo ayudemos a esas personas a ponerse en contacto con recursos de ayuda explicando que es una responsabilidad comunitaria el cuidarnos unos a otros. Por último y no menos importante, nos proponen que establezcamos límites saludables para que podamos cuidar de nosotros mismos y de los demás.
Exhortamos a nuestra comunidad a detenerse y reflexionar sobre la incidencia del suicidio y lo que podemos a hacer para cuidar de nosotros y de los demás. Ratificamos la importancia de buscar ayuda con especialistas de salud mental en el momento en que sea necesario. Es importante destacar que el suicidio se puede prevenir si cuidamos de nosotros mismos y nos mantenemos atentos a las señales de alerta. Según la Comisión para la Prevención del Suicidio algunas de las señales de alerta en la adolescencia son:
1. Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban
2. Aumento o pérdida de peso
3. Dificultad para concentrarse
4. Insomnio
5. Cambios evidentes en el comportamiento
6. Descuido en la apariencia física
7. Bajo aprovechamiento académico
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