Aprende a manejar tu tiempo

Foto por Gustavo Jiménez (Clase 2029)

Ya ha pasado suficiente tiempo desde el inicio del año escolar para tener un sentido de cómo va a ser el resto del año. Muchos se sienten abrumados con todos los exámenes y proyectos que tienen que realizar, se hace difícil lograr ese equilibrio entre los estudios y la vida personal. ¿Existe una solución? ¿O hay que sufrir un desbalance eterno con la vida? ¡Pues obvio que no! Con una rutina de estudio, puedes poner tus estudios en automático. Toma mucho menos tiempo y esfuerzo cuando aprendes a manejarlo. Una buena rutina de estudio es la diferencia en tener que cortar tus horas de dormir a la mitad o poder dormir tus ocho horas. Tendrás mucho más tiempo para enfocarte en ti y es increíble para manejar el estrés de la vida estudiantil.

¿Cómo manejar el tiempo?

Recuerda, el tiempo es oro. El manejo del tiempo es necesario para poder cumplir con tus responsabilidades estudiantiles sin tener que sacrificar tu felicidad. Muchos sienten que la escuela no les deja tiempo para disfrutar, que lo único que pueden hacer es estudiar y realizar las montañas de trabajo que sus maestros les mandaron. Aunque sí, es mucho, no es imposible sacar tiempo para ti si sabes manejar el tiempo. Si, por ejemplo, te enfocas todos los días en estudiar dos clases al día y rotándolas con otras, puedes enfocarte en esas clases sin que te tomen demasiado tiempo. El próximo día estudias de dos distintas. Esto es solo un ejemplo de una rutina de estudios, otra parte muy importante de manejar tu tiempo es no malgastarlo. Si sientes que hay algo que te distrae mucho cada vez que vas a estudiar, elimínalo de tu ambiente de estudios. Esto puede incluir tu teléfono, la televisión o una mascota. Si lo que te distrae no se puede eliminar, pues muévete a un mejor lugar donde sí puedas estudiar. Puedes malgastar horas cada semana en estas distracciones, eliminándolas te ganaría tiempo no solo para estudiar, sino para también disfrutar de tus pasatiempos favoritos.

La autodisciplina y la motivación

Unos las aman, otros las odian, pero todos saben de su importancia. La autodisciplina y la motivación son los fundamentos de no solo los estudios, sino e cualquier objetivo que tengas en tu vida. La motivación es lo que te empuja a empezar, mientras la autodisciplina te permite continuar. Esto es más fácil dicho que hecho considerando cuantos fallan en cumplir sus metas, pero esto solo muestra la importancia de tener una fuerte autodisciplina. Formas de reforzar tu autodisciplina podría ser, enfocarte en cuanto has logrado, a veces es importante mirar hacia atrás para ver todo el trabajo que has hecho. Encima de eso debes intentar hacer el proceso más agradable, quizás puedes poner música clásica mientras estudias, o masticar chicle.  También, hacer tus tareas con otra persona, como un amigo, puede servir como una motivación para no fallar en ese compromiso que te pusiste. ¿Notas que casi todas estas utilizan la motivación? La motivación es una herramienta muy importante, no solo para empezar, sino para continuar realizando tus metas. Es similar a una chispa, no dura mucho tiempo, pero puede empezar un fuego grande y poderoso. A veces ese fuego se puede ir debilitando, pero con otra chispa, se vuelve fuerte otra vez.

El descanso

Los estudios son un maratón, no una carrera, duran mucho tiempo, pero requieren descanso. Muchos se enfocan tanto en estudiar y en completar todo su trabajo de inmediato, que se les olvida cuidarse. Esto resulta ser muy agotador, y si continua, puede resultar en un desgaste mental. El descanso y enfocarse en si mismo previene esto, no olvides que tú eres quien está haciendo todo ese trabajo. Necesitas cuidarte, no te sientas mal por necesitar un descanso.

¡Tú puedes!

Solo acaba de empezar el año escolar y se requiere una mentalidad positiva para poder triunfar. No permitas que los pensamientos negativos te consuman, tú eres capaz de muchas cosas. Cógelo con calma que has pasado por varios años de ser estudiante, ya eres un experto. Tienes gente a tu alrededor pasando por lo mismo y hay muchos que están dispuestos a ayudarte como tus maestros y consejeros, así que, ¡voy a ti!